Los móviles, las interferencias y los aviones

¿Sabemos las razones para dar este mensaje siempre que se inicia un vuelo? :  

“Por motivos de seguridad y para evitar interferencias con los instrumentos de vuelo, les recordamos que los teléfonos móviles deberán permanecer desconectados desde el cierre de puertas y hasta su apertura en el aeropuerto de destino. Los dispositivos electrónicos portátiles podrán utilizarse cuando se apague la señal luminosa de cinturones, previa consulta a la tripulación”.

Si los dispositivos electrónicos fueran siempre capaces de interferir con los sistemas de comunicación y navegación de los aviones, seguro que las autoridades no permitirían entrar a los pasajeros a bordo de un avión con Dispositivos Electrónicos Portátiles (PED) (un teléfono móvil, un iPad, un MP3 o un ordenador portátil), por temor a que pudieran ser utilizados por terroristas. El argumento más común es el de provocar posibles interferencias electromagnéticas (EMIs) en los instrumentos de vuelo. En teoría, principalmente, los transmisores de radio activos, tales como teléfonos móviles, pequeños walkie-talkies o juguetes de radio control  pueden interferir con los sistemas de control de la aeronave. Los problemas detectados con más frecuencia son la desconexión del piloto automático y errores de navegación. Debido al aumento de las frecuencias de funcionamiento interno de los sistemas electrónicos de las aeronaves –como GPS, radares meteorológicos o radio altímetros - que hasta ahora no habían sido afectados por las emisiones de los PEDs, están empezando a tener problemas de funcionamiento.

Esto puede ser especialmente problemático en los aviones más antiguos, con instrumentos analógicos sensibles tipo galvanómetros en su consola de control (figura 1). Los instrumentos galvanométricos usan espiras de hilo de cobre esmaltado sobre núcleos de hierro o de aire para mover su aguja indicadora. Estas espiras pueden captar los débiles campos electromagnéticos debidos a las ondas de radio de un teléfono móvil y cambiar así su medida real, al ser extremadamente sensibles a  débiles estímulos electromagnéticos (EMIs). En aeronaves con diseños más recientes, estos instrumentos con aguja han sido sustituidos por las nuevas tecnologías digitales (figura 2), que tienen una buena protección contra las EMIs. Sin embargo, las reglas en la aeronáutica con décadas de antigüedad persisten. No es evidente que vaya a cambiar la idea de que alguien que usa un e-book o un iPad durante el despegue o el aterrizaje está poniendo en peligro la seguridad del avión.

Una razón con más sentido es de que cuando se hace una llamada con un móvil desde un avión a 2500 o más metros de altura, su señal rebota en múltiples antenas fijas de antenas celulares disponibles en tierra, en lugar de una antena a la vez. Las conmutaciones frecuentes entre las antenas celulares crean una sobrecarga significativa en la red que puede obstruir las redes sobre el terreno. Por ello se prohibió el uso del teléfono móvil en los aviones.

Un problema adicional es que un teléfono móvil podría transmitir su señal con su potencia máxima para poder ser recibida en tierra. Esto aumentaría el riesgo de EMIs en los equipos electrónicos en el avión. No obstante, las frecuencias asignadas en el espectro de las comunicaciones en la aviación civil son distintas a las frecuencias de la telefonía móvil, para evitar problemas de EMIs. Algunas líneas aéreas permiten el uso de teléfonos móviles empleando un sistema diferente, que utiliza una estación base de baja potencia a bordo del avión, que se comunica con los propios teléfonos de los pasajeros y con un satélite. Así, la potencia de salida de los teléfonos se puede reducir a niveles muy bajos, disminuyendo la posibilidad de tener EMIs.

Seguidamente se presentan las razones más importantes para restringir el uso del teléfono móvil en los aviones:

1. Los teléfonos móviles pueden interferir con las comunicaciones del avión y las redes de navegación.
2. Dado que las antenas terrestres están a 2500 o más metros por debajo de la aeronave, el teléfono podría tener que transmitir con su potencia máxima para ser recibido, lo que aumentaría el riesgo de EMIs con la electrónica del avión.
3. Se podrían causar EMIs innecesarias en los aviones solicitando apagar los teléfonos solo durante el despegue y el aterrizaje y luego dando el permiso para reiniciar todo al mismo tiempo. Esto aumentaría las EMIs. Así que es mejor restringir los teléfonos móviles durante todo el vuelo.
4. Restringir cualquier uso de dispositivos que incluyan una batería.
5. Si son pocos los dispositivos en marcha, puede que no causen EMIs. Sin embargo, el caso puede ser diferente si 50-100 o más dispositivos se quedan en marcha,  interfiriendo con las comunicaciones del avión. Además, no habría ninguna manera para que la tripulación de vuelo determinara fácilmente qué dispositivos están causando el problema. Así que es mejor restringir el uso completamente.
6. A pesar de que todo el cableado de los aviones está blindado, con el tiempo la protección se puede dañar. Los cables sin blindaje expuestos a señales de teléfonos móviles pueden afectar los equipos de navegación aérea.
7. Las aerolíneas necesitan tener a los pasajeros bajo control y la mejor manera de mantener el ambiente de control puede ser simplemente un conjunto de pequeñas reglas antes de iniciar el despegue.
8. La barrera es claramente política, no tecnológica. Nadie en una posición de autoridad quiere cambiar una política que más tarde puede ser un factor que puede contribuir a un accidente. Por lo tanto, es mucho más fácil no cambiar nada y dejar la política tal como está, en nombre de la "precaución". Los aviones antiguos con instrumentos analógicos de aguja todavía pueden ser vulnerables a las EMIs, y por ello lo mejor es hacer que la regla sea general para toda la aerolínea, sin distinción del tipo de avión. Aunque algunas aerolíneas si cambian las instrucciones dependiendo del tipo de avión.
9. Una razón social: las conversaciones de unos pasajeros podrían molestar a los demás
10. Algunas aerolíneas apoyan la prohibición del uso del móvil, ya que no quieren que los pasajeros tengan una alternativa al servicio de telefonía en vuelo. El servicio de teléfono en el avión podría ser muy rentable.
11. Otra razón podría ser la de mantener la atención de los pasajeros en los anuncios de seguridad importantes por parte del comandante y la tripulación, que de otra manera podrían ser ignorados.

Las restricciones de uso de los dispositivos electrónicos, una vez se ha embarcado han disminuido desde 2013, cuando la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) anunció que los pasajeros podían utilizarlos, siempre que hubieran activado el «modo avión», de tal forma que no transmitiesen señales durante el vuelo. En 2014, la EASA dio un paso más y permitió su empleo en los aviones, en cualquier fase del vuelo, sin necesidad de activar el «modo avión». No obstante, este permiso ampara solo a las aerolíneas europeas que, a su vez, solo podrán permitir el uso libre de los dispositivos electrónicos después de pasar una serie de pruebas que garanticen que en ningún caso interferirán con los sistemas electrónicos del propio avión.

En cualquier caso, la prioridad es la seguridad de todos, por lo que hay que seguir las indicaciones de la tripulación de abordo.

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